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domingo, julio 11, 2004

Y el PAN sigue con el numerito, ahora en Tlaltizapan

Hugo Barberi

Mientras en Jojutla el ex líder panista, Emmanuel Villegas Martínez, iracundo, pateó y respingó en berrinche por la difusión de su petitoria de préstamo al cabildo de unos cuantos miles de pesos (100 mil nada más), ahora quienes se quieren dar un “ligero” aumentito son los integrantes del cabildo de Tlaltizapan, mismo que lidera el Partido Acción Nacional (PAN).
Parece que la enfermedad de poder, a la que hacía referencia en el siglo pasado a ciertos bellos púbicos de esa que según dijo la ex momia viviente priísta: “marea a los inteligentes” y vuelve locos a esos bellitos íntimos (frase que por cierto habrían que explicar los grandes maestros lectores de este medio), está contagiando también a los panistas a sólo unos meses que a duras penas y con algunas trampitas de campaña lograran el triunfo electoral en Tlaltizapan.
A espaldas de su pueblo, el síndico Juan Ramírez Peralta, este amigo que aprovechó un acto oficial, de protocolo, y muy al estilo de su máximo jefe Fox, en un ensueño minutero le valió todo y se lanzó a recordar la historia nefasta priísta, combinada con sueños guajiros, por supuesto hecha para grandes historiadores, cronistas y personalidades de la plana mayor del intelectualismo (nada que ver con ese jefazo del gabinetazo) porque en dicho evento (toma de protesta) nomás nos veíamos unos con otros tratando de entender la situación y lo que decía; bueno, pero para no desviarse como el longemoco Dervez, me aventaré con el “chismecito”-cierto de que Ramírez propuso al cabildo tlaltizapense incrementarse el salario.
Silenciosos, lo escucharon sus compañeros, comentaron al columnista, algunos no se les notó el “brillito” en sus ojos y por lo mismo, reaccionó diciéndoles que tenía necesidad de ello, pobre hombre, pues si nomás le tocó un humilde “huesito” en el que –por la propuesta- se deduce que ha de ganar menos de lo que percibía antes de ingresar en nómina del ayuntamiento, pues ahora sólo gana 37 mil 691.22 pesos mensuales.
Inteligente el muchacho pillín, también propone junto con otros que no vieron con malos ojos quitarle un poquito más dinero al pueblo, sangrarlo, al fin y al cabo se lo “merecen”, pues lo quieren agregar a los gastos de representación, pues tienen la mínima cantidad de seis mil pesitos para ello. Esto, para que no inflen la nómina y ante los medios de comunicación que los puedan encubrir anuncien “dignamente” que “por primera vez en la historia de Tlaltizapan han mantenido la nómina como la encontraron”, escondiendo por otro lado y dándole el atole con el dedo a la ciudadanía.
¿A ver qué dicen los partidos políticos, hasta el mismo PAN que presume de ser autocrítico en este pueblo y la ciudadanía? Habría que verse si están de acuerdo con que se les aumente a los regidores su salario de 33 mil 758.20 pesos y al alcalde sus 54 mil 003.04, todo está por verse, porque para tener la lengua larga, se debe tener la cola muy corta, según el populacho y ni modo que el Partido de la Revolución Democrática diga algo si en Zacatepec con su demacrada imagen en el gobierno municipal donde se incrementaron un cómodo 58 por ciento de aumento a su llegada. De antecedentes ni hablamos porque sale perdiendo en la lona el revolucionario institucional.
En Tlaltizapan, donde algunos altos funcionarios del cabildo se preocupan por bañarse en plata, detenidos por otros más dignos, dan vida burócrata a sus achichincles y desprecian a verdaderos profesionales, trabajadores y empleados que desarrollan actividades intensas con salarios de hambre, es la ciudadanía la que tendrá que vigilarlos con lupa; mientras los funcionarios dignos, tendrán que evitar ser tentados por la demoníaca ambición que podría terminar modificando su criterio y decir: “yo no estoy de acuerdo, pero me mayoritearon y ahora tengo que recibir –en sacrificio- mi aumento”, como pasó hace algunos años en Jojutla.

Pura Caña

Ahora calificado como el líder “chillón”, el cetemista Vinicio Limón, desafiante, vino a meter la cola dinosauresca a Jojutla, donde sus ex compas también dinosaurios lo despreciaron, lo condenaron y casi lo mandan al infierno de los dinosaurios, este líder al que se dice lloró con jefes editores, amenazó, compró reporteros en la ciudad de Cuernavaca y de esta forma se defendió –con más ventaja- de sus detractores de Cuernavaca, Jiutepec, Cuautla y Jojutla que lo desconocieron. Como anda en campaña, se acordó que Jojutla –raro- tiene ambulantes y vino a abogar por ellos…